Embarazo y maternidad

Creciendo bien desde el primer momento.

Cuando unos padres comienzan esa nueva etapa maravillosa de la maternidad-paternidad, ¡cuántas dudas! ¿verdad?. Qué cantidad de miedos, de inseguridades; qué tormenta de información y de desconocimiento. Pues no os preocupéis: los odontopediatras estamos para acompañaros en este largo camino de aprendizaje, de manera que el proceso sea para todos más fácil y sencillo.

Siempre hablo de prevención; es tan fundamental y tan necesaria para evitar males mayores que no me canso de repetirlo. Debemos comenzar con la prevención dental desde el momento en el que la mamá está embarazada y continuar, después, con los controles por parte del odontopediatra, ya que es nuestro trabajo acompañaros y guiaros a vosotros, los papás, para aconsejaros y recomendaros lo mejor para vuestro hijo. Así estaremos en todo momento, porque cada niño, cada entorno familiar, es diferente y necesito una asistencia personalizada.

embarazada
¿Qué es lo ideal?

 

Lo ideal sería que la mamá venga desde el principio del embarazo para comenzar un programa preventivo y, sobre todo, recibir información y consejos sobre adecuado crecimiento y desarrollo del niño, en términos de crecimiento craneofacial y dentario.

Por lo pronto, aquí comparto con vosotros algunos consejos útiles:

Si tienes en mente quedarte embarazada, acude a una revisión dental para una valoración previa del estado de salud dento-gingival y establecer un programa preventivo adecuado a tu estado de salud.

La mujer embarazada tiene más predisposición a padecer caries, debido a que durante el embarazo cambian los hábitos alimenticios y la flora bacteriana de la boca que, sumado a que la saliva se vuelve más ácida, favorecen el comienzo de la destrucción dentaria.

Es importante que mantengas una higiene oral minuciosa para prevenir la caries. Cepíllate después de cada comida y pásate el hilo dental todas las noches. Existen otras medidas que pueden hacer disminuir el riesgo de caries, como son los enjuagues de flúor o clorhexidina, así como chicles a base de xilitol. Recuerda que la prevención es fundamental: pregunta a tu odontopediatra.

Durante la gestación se generan hormonas que aumentan la inflamación y el sangrado de las encías, lo que conocemos como gingivitis gestacional. Si esta situación perdura, puede degenerar en enfermedad periodontal. Existen estudios de investigación que han demostrado una relación de dicha enfermedad con el nacimiento de bebés prematuros y de bajo peso al nacer. No te lo pienses: ¡cuida tus encías!.

Sobre la caries en el bebé: descartemos la idea de que los bebés no pueden padecer caries. La realidad es que sí; como bien lees, los bebés con frecuencia presentan caries. ¿Cuál es la razón? Recordemos que la caries es una enfermedad infecciosa y sois los papás quienes, con frecuencia, transmitís las bacterias de vuestra boca a la de vuestros hijos a través de la saliva. ¿Cómo? con el simple gesto de probar la comida de los niños, utilizar la misma cuchara o cuando, con la mejor intención, se limpia con la boca el chupete que se ha caído al suelo. Otra fuente de transmisión pueden ser los besos en la boca o compartiendo el mismo cepillo dental.

La boca del bebé también debe limpiarse, incluso si aún no le han salido los dientes. Utiliza una gasa para retirar los restos de leche de los rodetes gingivales (zona de encía donde le saldrán en un futuro los dientes) de tu bebé. Un vez emergimos los dientes, puedes limpiarlos también con una gasa, con dedales dentales o  con un cepillo adecuado a su edad.

El uso del chupete y del biberón debería limitarse a los dos años de edad. Después de esa edad su uso podría repercutir en el desarrollo del maxilar y mandíbula.

¡Bienvenidos a todos, familia!